miércoles, 8 de abril de 2009

Pañuelo
















Se le llama así a un cuadrado de 75 a 85 cm. de lado, de tela liviana o seda, estampado o liso, siempre de colores muy vivos.

Se le daba diferentes usos y según éstos recibía su denominación:
-Serenero: Se cubría la cabeza con el pañuelo, y atado o anudado bajo el mentón, siempre bajo el sombrero. De esta manera se protegía la cabeza, las orejas y la nuca de la lluvía, el sol, el frío o el rocío.

-Vincha: el gaucho doblaba el pañuelo y sujetaba los cabellos (generalmente con una trenza o coleta) atandolo atrás de la cabeza.

-Golilla: Para el paseo, la pulpería o en faenas a pie, el gaucho se colocaba el pañuelo alrededor del cuello, cubriendo hombros y espalda como un simple adorno.

El nudo que se realizaba con el pañuelo era el denominado doble o cuadrado. (*)
Repetidamente en observaciones o en las transcripciones y citas de documentos y viajeros nos hemos referido al uso, por parte de nuestros hombres de campo, de un gran pañuelo, (cuadrado de 75 a 85 centímetros de lado), estampado o liso, de seda u otra tela liviana, llamado, en el primer caso "pañuelo de hierbas", siempre de colores muy vivos: rojo; azul-cielo, verde, amarillo, blanco.

Este pañuelo tenía varios usos. Generalmente colocado sobre la cabeza, atado a ésta, a la marinera o corsaria o anudado bajo el mentón, serenero, siempre bajo el sombrero, o como vincha para sujetar las largas caballeras. En el primer caso hacía las veces del gorro o red, que el hombre de pueblo, rural o urbano, español, gastaba para mantener sujetos, cubiertos y protegidos del polvo y el sol y, si se quiere, ordenados, los cabellos, peinados generalmente con una trenza o coleta atrás, cuyo largo variaba de acuerdo a la longitud de aquellos.

Este modo de usarlo es herencia tanto de los marinos como de los campesinos peninsulares. El otro modo de uso, de herencia también campesina con reminiscencias árabes; protege cabeza, mejillas y nuca del sol durante el día, y, a las orejas, del rocío y el frío en las madrugadas y atardeceres; también de la lluvia, el viento y el frío invernales. Siempre del polvo.

En ambos casos, cuando no se trataba de hacer largas marchas que era cuando se llevaba de "serenero", o de realizar duras faenas a caballo (boleadas, enlazadas) o en la guerra o en el duelo, o en faenas y cuadreras (que era cuando se le colocaba a la marinera o como vincha) el pañuelo se dejaba caer, simplemente, alrededor del cuello, cubriendo hombros y espalda como un simple adorno, para el paseo, la pulpería, o el bailongo de candil, o en faenas a pie, yerra, etc., para atajar el sudor del rostro y enjugárselo.

Puesto así al cuello se le dio en llamar de golilla o golilla, pues equivalía al gran cuello clásico español, plano y ancho, blanco y almidonado, de uso desde fines del siglo XVII, entre los militares, alcaldes, cabildantes, nobles y burgueses.

Jaime W. Molins, especialista argentino en temas de tradición criolla y referidos al gaucho, dio una interesante hipótesis, de origen semejante pero más restringido, para su denominación, en un artículo publicado en "La Prensa" de Buenos Aires el 11 de octubre de 1950. Indica que el Gobernador Don Pedro de Cevallos, en vísperas de su campaña contra los portugueses que culminó con la toma de la Colonia, Río Grande del Sur, etc. (1762-63), impuso a los Cabildantes el uso obligatorio de la golilla (el cuello, antes mencionado), como parte de su traje o uniforme, en las ceremonias oficiales de cualquier clase. Esta golilla, la de uso europeo, ya había dado lugar a polémicas sobre su uso o no, en España, coincidentes con las levantadas por la prohibición del uso del sombrero chambergo o gacho, y de la larga capa. Pues bien: según Molins la obligatoriedad de gastar aquella suerte de cuello acartonado y con gasas, despertó la máxima protesta en los presuntos usuarios y, seguramente, dio lugar a toda clase de chuscadas entre el populacho criollo siempre dispuesto a tomar a chacota a los godos y sus usos. Así al gaucho de nota, compadrón, que aparecía en la pulpería con su enorme pañuelo colorido al cuello, también se le diría en tono de guasa: "se ha venido de golilla, fulano! ! !".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Olá Joel,
Estou gostando muito do Teu blog, com informações e fotos importantes para acentuar o valor da Tradição Gaúcha como um todo.
Estou interessado em aprender a fazer o nó farroupilha que está usando ao lado do Robson e do carijó marron que forma uma argola no centro para baixo.
Um baita abraço
Valter Fraga Nunes
valterfnunes@gmail.com